Un perfecto cabezazo de Paolo Guerrero mediado el segundo tiempo le permitió a la Selección Peruana arrancar con el pie derecho su participación en la Copa América Centenario gracias a un triunfo de 1-0 sobre Haití.
Los primeros minutos de juego transmitieron la sensación de que la Selección Peruana iba a encontrar con cierta facilidad el camino de la victoria porque su dominio fue intenso ante un equipo haitiano que no entró en el partido con la intensidad esperada.
Sin embargo, pasados los diez minutos de juego, el encuentro había dado un giro notable, ya que, por una parte, desapareció la fuerza inicial del equipo de Ricardo Gareca y, por otra, su rival se asentó sobre el terreno de juego.
La Selección Peruana perdió el control del partido y aunque recuperaba con cierta facilidad la pelota, sus jugadores no eran capaces de conducirla con precisión hacia las proximidades de la meta de Placide.
No encontraba el conjunto peruano la forma de dominar con autoridad la zona ancha por errores propios y también por el fútbol intenso y presionante de su rival, al que le faltaba mostrar peligro en las aproximaciones a la meta de Pedro Gallese.