El árbitro brasileño Héber Lopes volvió a ser protagonista de un partido entre Argentina y Chile, y su saldo fue de un expulsado por cada bando y varias tarjetas amarillas, en la final que la Roja venció a Argentina por penales 4-2 este domingo para ganar la Copa América Centenario.
En un tenso partido de excesiva pierna fuerte, Lopes pintó de amarillo a los chilenos Arturo Vidal (37), Jean Beausejour (52), Charles Aránguiz (69) y a los argentinos Javier Mascherano (37), Lionel Messi (40) y Matias Kranevitter (93).
También expulsó del partido a Marcleon Diaz por doble amonestación en el 28 y al argentino Marcos Rojo con roja directa a los 42.
Con gestos bruscos y poco ortodoxos para cortar la furia de los protestones, y por momentos desafiante cuando enseñaba una amarilla, Lopes logró bajarle revoluciones a los dos equipos, y cortó varias amenazas de pelea.
Lo más curioso fue cuando Lionel Messi lo chocó en una jugada de ataque de la selección gaucha y ambos terminaron en el piso.