La actividad volvió este martes a la selección brasileña veinticuatro horas después de la partida de Neymar, a quien una sanción de cuatro jornadas de la Conmebol le borraba ya de cualquier partido más en esta Copa América, y con el claro propósito de Dunga de afinar la puntería de sus jugadores.

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Diez de los titulares corrieron alrededor de una de las canchas de entrenamiento del club Universidad de Chile mientras que en una de las porterías, el creativo Phillipe Coutinho, el undécimo de la formación, así como el resto de los reservas se entregaron a una dinámica de remates de primera intención.

De espaldas a la puerta, los jugadores recibían balones, desde la izquierda y derecha, para encaminar sin dejar caer la pelota a la meta.

El trabajo decisivo para perfilar la estrategia que se empleará en el partido de cuartos de final frente a Paraguay, este sábado en Concepción, debe cumplirse mañana en una nueva sesión.

El experimentado delantero de Brasil Robinho debe mantenerse en la formación titular al lado de Firmino para enfrentar a Paraguay.

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