Lukasz Sapela arquero del Revan protagonizó un hecho insólito en la liga de Azerbaiyán, ya que se convirtió en el villano luego de haber tocado la gloria al trabajar un penal y luego ser expulsado.

Tras un penal el guardameta atajó la ejecución del penal del equipo rival, el Qabala, en el minuto 73 cuando el marcador estaba empatado a cero goles. Pero al evitar la ciada de su equipo la celebración fue excesiva y terminó siendo expulsado.

Sapela realizó una señal de insulto a un rival en medio de su celebración, con lo cual el árbitro decidió mostrarle la tarjeta roja de inmediato. El jugador se tuvo que ir expulsado dejando a su equipo con inferioridad numérica.