El aumento del sobrepeso y la obesidad infantil no es atribuible solo a la condición dietética, dado que se debe, en gran medida, a los cambios en los hábitos de conducta desde hace 20 años y que muestran una tendencia a la disminución de la actividad física y la vida sedentaria, sostuvo la nutricionista Andrea Reparaz.
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“La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad infantil es el desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto calórico”, remarcó la especialista.
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“Hace 20 años, cuando nuestros niños pedían permiso para jugar significaba que saldrían a la calle a correr, saltar y realizar diferentes actividades físicas para luego regresar exhaustos, cenar y dormir. Hoy, en cambio, la realidad virtual ha superado a la vida real y son cada vez más los niños que prefieren jugar dentro de casa con aparatos electrónicos o viendo televisión”, manifestó.
Indicó que ni siquiera es necesario que vayan a la casa de sus amigos, pues pueden jugar conectados a internet. “En promedio pasan entre 12 y 15 horas sentados, la mayor parte del tiempo frente a pantallas”, dijo.
Refirió que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que la prevalencia creciente de la obesidad infantil se debe a cambios sociales que se asocian fundamentalmente con una dieta desequilibrada y escasa actividad física; relacionadas cada vez más con el desarrollo social y la falta de educación nutricional en la familia y los colegios.
Reparaz consideró que el debate sobre la obesidad y el sobrepeso infantil no debe centrarse en determinar qué alimentos son adecuados para la salud y cuáles son nocivos, dado que no existen alimentos malos ni buenos, y más bien el problema son las dietas desbalanceadas y el estilo de vida sedentario.
“No se puede culpar a un solo alimento, por ejemplo el azúcar, de los problemas de sobrepeso de la población. Cuando se habla de dieta equilibrada estamos refiriéndonos a aquella formada por alimentos que aportan una cantidad adecuada de todos y cada uno de los nutrientes que necesitamos para tener una salud óptima, incluyendo azúcares, grasas, proteínas, vitaminas y minerales”, enfatizó.
Explicó que la Pirámide de los Alimentos, utilizada a nivel mundial, es un esquema diseñado a fin de indicar en forma simple cuáles son los alimentos que son necesarios en la dieta, y en qué medida consumirlos, para lograr una dieta sana y balanceada.
“Esta pirámide incluye todos los grupos de alimentos, sin intentar restringir ninguno, sólo indica de manera sencilla cuánto consumir de cada uno de estos grupos a fin de mantener una buena salud”, subrayó.
Finalmente, Reparaz sostuvo que el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles conexas son, en gran medida, prevenibles con información adecuada y cambios hacia estilos de vida más activos y saludables.
“Evitar el sedentarismo, aumentar la actividad física y mejorar nuestra dieta, es la clave para tener una vida saludable”, remarcó.
Fuente: Andina