El hecho de conocerte, así como reconocer tus capacidades y características positivas servirían para fortalecer la autoestima, estar abiertos para descubrir en qué otros campos somos habilidosos, estar conscientes de las áreas de oportunidad, así como aprender a reconocer en los demás lo que los hace especiales, sin experimentar incomodidad por ello.

Rosemary Altea, autora del libro El orgullo del espíritu, Editorial Zeta, afirma que hemos aprendido a amar a los demás, pero demostrar un amor propio resulta vanidoso, egoísta y hasta sinvergüenza; “sin embargo, si aprendemos a gustarnos es porque nos hemos atrevido a volvernos mejores seres humanos, porque comprenderíamos la necesidad de amor propio que tiene nuestra alma.

La autora sugiere que debemos vernos con plena justicia, sin alardear de las cualidades que poseemos ni tampoco negar que existen. Y afirma que la tendencia que tenemos a engrandecer los errores o defectos, al llegar incluso a ofendernos nosotros mismos, lejos de hacernos parecer humildes, nos convierte en nuestros enemigos.

Conocerte y reconocerte en todos tus matices es el principio para sentirte cómodo con la persona que eres, no porque te conformes, sino porque estás dispuestos a darte esos retoques que ayuden a transformarte en el ser integral en que deseas convertirte: orgulloso y conocedor de lo bueno que te rodea. “Conocerte a ti mismo, esculpe tu carácter”

Fuente: Salud 180