De acuerdo con el tipo de conducta, se pueden detectar diversas maneras de acoso, entre ellas el mobbing, hostigamiento leve y verbal, no verbal, verbal grave, verbal con contacto físico y hostigamiento físico (consumación del acto sexual bajo presión).

Los siguientes puntos con los cuales se puede detectar aquellas personas o situaciones de acoso laboral:

1. No hay comunicación con la víctima.

2. Hay interrupciones cuando la víctima habla.

3. No se le pide opinión y ni se le deja expresarse.

4. No se le pide, se le exige.

5. El acosador insulta a la víctima.

6. Sufre amenazas escritas o verbales.

7. Se ignora la presencia del acosado.

8. Se le sobrecarga de trabajo y se le exigen plazos irrealizables para ello.

9. Se produce una alienación física de la víctima.

10. La víctima sufre discriminación a nivel laboral respecto al resto de sus compañeros.

11. Se le ridiculiza por su trabajo, vida personal, sexo o raza.

12. No se le asignan trabajos acordes con tu capacidad, experiencia o rango laboral.

Este es un fenómeno que cada día se presenta; sin embargo, lo que hay que pensar es que más vale buscar nuevos horizontes laborales, aunque produzca sensación de inestabilidad económica, antes que tener que soportar la humillación en el trabajo sin motivo alguno.

Fuente: Salud 180