Además de los conocidos efectos del sobrepeso en la salud, los trastornos alimenticios son a la vez causa y consecuencia de numerosos problemas psicológicos y los problemas del cuerpo y la mente se realimentan mutuamente.

En este sentido, el doctor Máximo Ravenna explicó que no hay dudas de que la obesidad modifica el estado de ánimo para mal, siendo ésta una realidad visible u oculta que se experimenta notablemente.

El exceso de peso suele generar trastornos como la depresión o la ansiedad, ya que dificulta por ejemplo la forma de vestir, la concreción de todo tipo de actividades físicas o sentarse en la butaca del cine.

El médico psicoterapeuta destacó que a*quéllos que padecen esta patología naturalmente generan reacciones negativas* y desmedidas porque proyectan malas acciones sobre otras personas por haber bloqueado indirectamente el malestar con ellos mismos.

Descubrir las relaciones entre los alimentos consumidos y el estado de ánimo y viceversa es el primer paso para frenar la costumbre de comer cuando se tienen problemas y de enojarse cuando las consecuencias de la comida se vislumbran en el aspecto físico.

Fuente: Infobae