1. El problema radica en ti y tú eres quien puede solucionarlo. Acepta que los celos constantes o excesivos no demuestran amor, sino tu propia inseguridad. Antes de continuar, reflexiona y toma conciencia de dónde radica el problema y comprométete a trabajar con tu pareja para controlarlos.

2. Observa qué provoca tus celos. Haz una lista de las circunstancias que los provocan. Por ejemplo: si en una fiesta él o ella conversa con una persona atractiva o amigos del sexo opuesto y a ti te choca que le guste compartir con ellos. Solo tú sabes qué es lo que los provoca.

3. Explora tus miedos. Los celos son productos de tus temores e inseguridades. El problema radica en que reaccionas ante ellos como si fueran una realidad. Cuando comiences a sentirlos, toma nota de qué piensas y sientes en ese momento.

4. Suprime el impulso. Ahora que reconoces el patrón, ya no se trata de un impulso inconsciente; elegir cómo vas a actuar. Estar consciente de dónde surge el problema te permite controlar los celos.

5. Eleva tu autoestima. Para dominar los celos puedes realizar un inventario de tus puntos “fuertes”; reconócelos y felicítate por ellos. Dedica tiempo para cultivar intereses propios y nuevas amistades; nutre y amplía tu mundo interior y esto, a su vez, fomentará tu independencia emocional. Entonces serás capaz de amar sin necesidad de “aprisionar” a tu pareja. Cuando una persona tiene un sano nivel de autoestima, no se sientes amenazada por otros.

6. Sana comunicación. Habla con tu pareja, cuéntale cómo te sientes y lo que te pasa. Mantén un diálogo sin discutir y explícale tus sentimientos. Apóyate en el cariño y en la confianza que tienen para intentar superar la situación.

7. Busca ayuda profesional. Si a pesar de tus mejores esfuerzos no eres capaz de controlar los celos, acude con un profesional para que te ayude a romper con el patrón. Hacerlo puede marcar una gran diferencia y llevar más felicidad a tu relación de pareja.

Fuente: Salud180.com