Estrés, náuseas o costumbre, gran parte de la población se salta el principal alimento del día: El desayuno. Sin embargo, este no sólo permite una mejor concentración y un mayor aprendizaje, también es el elemento esencial si se quiere bajar de peso.

Investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, han descubierto que introducir el postre (por ejemplo un trozo de pastel de chocolate) en un desayuno equilibrado de 600 calorías, que incluya proteínas y carbohidratos, puede ayudarte a perder más peso y mantenerlo a largo plazo.

La clave está en complacer al cuerpo por la mañana, cuando el metabolismo está más activo y se tiene más tiempo para quemar las calorías durante el día.

Para Daniela Jakubowicz, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tel Aviv, luchar contra la tentación por completo puede crear una adicción psicológica a largo plazo. Por consiguiente integrar en el desayuno los antojos, esto evitará que se sientan en el resto del día.

¿Por qué es importante para nuestro peso?

La primera comida del día aporta energía para las tareas de la jornada, ayuda al funcionamiento del cerebro, y pone en marcha el metabolismo del cuerpo, que es crucial para perder peso y mantenerse.

El desayuno te permitirá regular con más éxito la grelina, la hormona que controla el apetito.

Fuente: Salud 180