A todos nos pasa de vez en cuando. Te levantas sabiendo que el día no va a estar bien, sin ganas, sin energía y con mucha negatividad. No te preocupes porque tiene arreglo, es más, puedes convertir el día en uno de los buenos.

A continuación te indicamos algunos consejos para mejorar tu día:

El pasado no es igual al futuro. Las rachas de buena o mala suerte no existen. El cerebro nos juega malas pasadas y tiende a relacionar eventos aleatorios comunes de la misma tipología como si fuesen una serie de hechos lógicos.

No hagas predicciones negativas. Si te empeñas en pensar que el resto del día va a ser un desastre, seguramente harás algo para que tu predicción se convierta en realidad.

Ten sentido de la proporción. Seguramente o que te ha hecho levantarte con mal pie no es un tema de vida o muerte. Da un paso atrás y analiza la situación desde fuera.

Seguramente en unos días se te habrá olvidado completamente el problema que absorbe tu atención.

Cambia tus límites internos para definir un día bueno o malo. Si decides internamente que simplemente levantarte con salud ya es algo fantástico será mucho más fácil lidiar con aquellos problemas que te hacen sentir mal.

Mejora tu química corporal. El cuerpo humano te puede hacer entrar en círculos viciosos. Si estás de mal humor te sentirás cansado. Intenta romper ese ciclo moviéndote y haciendo ejercicio.

Enfócate en lo que está bien. La principal razón por la que estas teniendo un mal día es porque tu cerebro se está enfocando en uno o varios aspectos negativos, como si no existiese nada más. Estás entrando en pensamientos obsesivos. Intenta romper con esto pensando en las cosas que están funcionando bien y tu humor irá cambiando poco a poco.