Los pueden ocurrir por diferentes causas al momento de nadar, podemos identificar tres de sus posibles causas: excesiva carga en los músculos y tendones, por falta de progresión en la intensidad del ejercicio o insuficiente riego sanguíneo en el músculo.

Por ello, se considera necesario que exista un tiempo de calentamiento previo al . Melina Cruzado Meléndez, Docente en la Universidad Católica Sedes Sapientiae de la carrera de Terapia Física nos brinda algunos consejos y ejercicios que pueden prevenirlos:

1.- Debemos escoger una actividad que funcione rápidamente en la circulación general y la respiración; para ello podemos dar un leve trote o una caminata por 3 a 5 minutos. También es importante realizar ejercicios de respiración, haciendo tres respiraciones lentas, inhalando ampliamente y exhalando lentamente.

2.- Movilizar todas las articulaciones, debes empezar por la cabeza realizando giros a la derecha e izquierda, seguimos con las inclinaciones y terminamos mirando hacia arriba y abajo. Luego, pasamos a las articulaciones grandes del cuerpo.

3.- Podemos hacer algunos ejercicios de preparación para los miembros inferiores y superiores. Nos colocamos en el suelo, estando boca arriba, levantamos una pierna hasta llegar a una posición de 90 grados con el piso y manteniendo extendida la rodilla.

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