La mano. Es la pieza más compleja de todo nuestro cuerpo, su increíble poder de agarre permite tomar desde las cosas más pesadas, hasta las más diminutas; formada por 27 huesos, se ayuda de los músculos para realizar movimientos hasta el antebrazo. Por increíble que parezca, un solo dedo puede llegar a soportar el peso completo del cuerpo.

Los pies. Después de caminar 6 horas con tacones, nuestros metacarpianos nos duelen y arde, porque ellos absorben toda la fuerza de nuestro cuerpo. El pie está formado por 26 huesos, 33 articulaciones, 19 músculos y 57 ligamentos, tenemos la fortuna de poder caminar erguidos y eso es muestra de nuestra evolución y supervivencia.

El estómago. Este órgano genera una serie de sustancias que son capaces de desintegrar y dañar nuestra piel si no estuvieran al interior de nuestro estómago; agua, cloruro de sodio, bicarbonato, enzimas y ácido clorhídrico se mezclan para desintegrar lo que nos comemos.

Dormir. El sueño y la vigilia son funciones cerebrales que ayudan a nuestro cuerpo a recuperarse de la actividad cotidiana. Expertos mencionan que una pequeña siesta de 20 minutos ayudan a mejorar la concentración y la productividad y que en nuestra almohada, durante 6 años, se acumula cerca de 10% de nuestro peso en escamas de piel y ácaros.

Nariz. Con sus distintas formas y tamaños, nuestra nariz es capaz de detectar cerca de 10 mil distintos olores. Alonso Fernández Guasti del Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados, de México, menciona que cuando se trata del enamoramiento, el olfato es esencial, porque cada persona posee un aroma distinto con el objeto de atraer a su pareja.

Cuida a tu cuerpo, no lo sometas a largas jornadas de trabajo, trata de dormir 8 horas diarias, utiliza zapatos cómodos y sobre todo lleva una alimentación adecuada acompañada de una rutina de ejercicio.

Fuente: Salud180.com