Esos deseos incontrolables por comer muchas veces se traducen en sobrepeso y por ello la psicóloga norteamericana Cynthia G. Last elaboró un estudio para averiguar cuáles son los perfiles de las personas que tienden a picar de todo.

1. La impulsividad

Comer sin darse cuenta. Normalmente se trata de personas que aman la vida, la diversión y son optimistas. No toleran el aburrimiento y tienen intereses variados. Un dato importante es que no dedican demasiada atención al hecho de comer y siempre están haciendo algo más aparte de comer: hablando por teléfono o viendo la televisión. Siempre tienen prisa y no se acuerdan de lo que han comido. Picotean continuamente y comen sin cubiertos; desde luego, no son exigentes con la comida.

2. El hedonismo

Comer por placer. Para estos individuos la búsqueda del placer se extiende a la comida. Por eso comen despacio y disfrutan de la experiencia de comer, observando el sabor, el aroma, y la textura del alimento. Prefieren la calidad antes que la cantidad y no comen nada que no sea sabroso. Siempre acaban hablando de comida.

3. La reducción de estrés

Comer para calmarse. Son personas nerviosas, comen deprisa y les cuesta relajarse. Son sensibles, imaginativos y muy efectivos cuando dirigen sus energías a cumplir sus metas. Pero su energía para conseguir objetivos también les conduce a comer en exceso para calmarse. Comen delante del refrigerador y lo hacen más a medida que aumenta su estrés.

4. La evasión

Escapar de los problemas con la comida. Son gente cálida, compasiva y sensible a los problemas ajenos. Aunque ayudan siempre a los demás, les cuesta resolver sus propios problemas y no los afrontan ni saben resolverlos con eficacia; tratan de eludirlos con la comida. Comen para no pensar en los problemas, lo hacen en cualquier lugar y de pie. Comen más a medida que los problemas se complican.

5. La búsqueda de energía

Comer para activarse. Son gente inteligente y profunda. Toman las cosas con seriedad y son perfeccionistas que a menudo están insatisfechos con lo que hacen. Con frecuencia se aburren, están cansados o tristes. Cuando tienen estos sentimientos, utilizan la comida para buscar la armonía. Planean lo que van a comer y se deprimen después de hacerlo. La comida es su mejor amiga.