El psicólogo Jaime Rosero nos habla en En forma sobre la función de la mentira y los procesos cerebrales que desencadena en el núcleo de la amígdala, responsable de la sensación de miedo. Según los estudios, cuánto más se miente, más desaparece el sentimiento de miedo. Así, la mentira se convierte en la verdad del mentiroso.

Fuente: DW