En nuestro entorno laboral es donde encontramos personas con más afinidades y gustos parecidos a los nuestros, lo que une mucho y facilita la atracción hacia alguno de nuestros compañeros.

De acuerdo con la psicóloga Trinidad Aparicio, cuando se produce una relación sentimental en el trabajo, puede influir de manera muy positiva en el rendimiento laboral, sobre todo en sus comienzos o cuando todo funciona perfectamente, debido a que aumenta el interés por ir a trabajar, supone una motivación más, un aliciente y se trabaja con más energía y entusiasmo.

En este sentido, mantener una relación en el trabajo resulta muy cómodo, los encuentros pueden ser a la hora de la comida o a la salida, por lo que la falta de tiempo para verse no sería un problema.

El problema surge cuando la relación se deteriora o finaliza, entonces pueden surgir los reproches o las tensiones. En estos casos, lo mejor es intentar distanciarse de la expareja, pedir un cambio de departamento o de oficina, incluso si fuese necesario, pedir unos días de vacaciones hasta que la tensión disminuya.

Otro aspecto negativo de las relaciones en el trabajo, es que en la pareja se produce tal complicidad que da lugar a una gran desconfianza profesional en el resto de los compañeros.

  • Fuente: Salud 180*