Se sabe que meditar puede ser útil para combatir el estrés, sin embargo ahora se ha descubierto que esta práctica modificaría el modo en que el cerebro trabaja, e incluso combatiría desórdenes mentales.

Tan sólo media hora de meditación al día basta para aumentar la capacidad de atención y de concentración; también mejorar la memoria y el proceso de toma de decisiones. Y, quizá lo más importante, regular las emociones.

“La atención es la clave para aprender y la meditación te ayuda a regularla”, afirma Richard Davidson, director del Laboratorio de Neurociencias afectivas de la Universidad de Wiscosin.

Aunque, lo que de verdad es importante, señala la psicóloga clínica Constanza González, no es tanto lo que sucede cuando uno medita, sino después, justo cuando retomamos nuestra vida y empezamos a resolver y a encarar las cosas desde esa perspectiva.

Se trata de detenernos para poder actuar y no dejarnos llevar por la inercia que, a menudo, nos hace sufrir. Meditar para cambiar nuestro cerebro y cómo funciona, y entonces, así, cambiar nuestra vida.

Fuente: La Vanguardia