Normalmente, el trayecto entre la infancia y la adolescencia se considera un periodo de cambios, no sólo a nivel físico sino también psicológico. Por esta razón es común que los padres consideren “normales” algunos comportamientos de sus hijos y los tomen simplemente como una parte más de esta etapa.

No obstante, muchas de esas actitudes y conductas podrían vincularse con algún problema psicológico.

Entre los menores de 15 años, la principal causa de consulta externa es el Trastorno por Déficit de Atención (TDA), caracterizado por impulsividad, falta de atención e hiperactividad, aunque no todos los niños presentan esta última.

Respecto a los adolescentes, el principal problema que presentan, y que es causa de internamiento en hospitales psiquiátricos, es el abuso de sustancias. Los jóvenes cuyos padres tenían conductas hostiles, distantes, parecían insatisfechos y no manifestaban apego para con sus hijos, tendían más a abusar del alcohol, las drogas y el cigarro.

Si bien existen problemas psicológicos que no se pueden prevenir, es posible evitar dichos consumos nocivos, debido a que el ambiente familiar tiene gran influencia en la salud psicológica.

Fuente: Salud 180