Sin embargo, hay quienes se obsesionan con eso. Al final, te comparas con los demás, perdiendo de vista tu propio desempeño.

Para no caer en la trampa de las comparaciones, considera los consejos de la psicóloga Mariana Rivera de la Universidad La Salle:

1. Piensa y actúa en función a lo que es importante para ti. Recuerda que cada uno anhelamos cosas distintas.

2. Todos tenemos una historia de vida distinta, eso nos da fortalezas y áreas de oportunidad en las que tenemos que trabajar menos o más, solo por eso nunca podríamos experimentar a exactitud lo mismo que otros.

3. Compararse da paso a la competencia y ni siquiera debes competir contigo mismo, la vida se trata de aprender a fluir, obteniendo un aprendizaje de cada evento que se te presenta.

4. Cada vez que inviertes tiempo en ello, minimizas tus esfuerzos y logros, lo cual impide que dejes de valorar en todo su esplendor lo que eres capaz de hacer.

5. Si te comparas, te autoabandonas, y es que dejas de soñar y proyectarte a partir de tus propios objetivos, para tratar de igualar a quien desde tu perspectiva tiene todo para ser feliz, sin recordar que cada persona tiene sus propias tareas de aprendizaje.

Fuente: Bienestar.salud180.com