Para recuperar la energía gastada durante el día, una buena jornada de sueño es la receta ideal para evitar las arrugas y líneas de expresión. Sin embargo, esta rutina podría ser algo contraproducente, pues se ha descubierto que, al con la almohada incorrecta, puede inducirte a una temprana aparición las temidas patas de gallo y surcos en la piel del rostro.

La mayoría de personas suelen dormir colocando la cara en la almohada durante toda la noche, lo que genera una tensión prolongada sobre la . Esta acción da como resultado las líneas diagonales en las mejillas y las arrugas en la frente.

Asimismo, otro factor importante es la tela de la almohada. Según la revista Vanidades la tela actúa como un papel que absorbe toda la humedad del cutis y debilita el colágeno y por esto aparecen las denominadas “líneas del sueño”.

Para que esto no te suceda, existen varios remedios, entre ellos lo más fácil es dormir boca arriba. Pero también puedes optar por almohadas fabricadas a partir de fibras de óxido de cobre, que se venden en el mercado y prometen reservar la hidratación facial nocturna.

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