El perfeccionismo es bueno si se sabe controlar y se acepta hasta dónde puedes hacer las cosas de la mejor manera posible, cuando te frustras y luchas para obtener mejores resultados, empieza el problema.

Los expertos señalan siete secuelas de perfeccionismo “negativo e insano”, ese que daña tu autoestima:

1. El perfeccionismo negativo puede convertirse, bajo algunas circunstancias, en un verdadero trastorno psicopatológico, definido en las clasificaciones internacionales como trastorno de personalidad obsesiva.

2. Podría influenciar la causa y el mantenimiento de otras enfermedades psíquicas como la depresión, los trastornos de la conducta alimentaria, de la imagen corporal y de ansiedad.

3. El perfeccionista patológico se caracteriza por un exceso de control y exigencia que se hace obsesivo hacia él mismo y hacia los demás.

4. Crea desconfianza en la colaboración o el trabajo en equipo.

5. Generalmente, un perfeccionista no admite fallos ni errores, busca siempre lo mejor y para ello es capaz de pasar por encima de actividades de descanso, ocio y relaciones familiares.

6. Una persona cuyo perfeccionismo raya en la rigidez parece querer moverse con el sentido de posesión de la realidad y del mundo que le rodea sin entender las limitaciones humanas.

7. Son personas en el fondo muy inseguras, que solo se quedan tranquilas cuando todo está “atado y bien atado” y no son capaces de dejar nada al fluir normal de la vida.

Fuente: Salud180.com