Según Vitónica.com, existen tres pilares fundamentales a la hora de adelgazar: psicología, alimentación y ejercicio.

No necesariamente en ese orden, aunque la psicología sí que la pondría en primer lugar, ya que la motivación y la constancia van a ser cruciales.

Establece un objetivo realista de pérdida de peso en función de tus circunstancias: plantéate retos semanales alcanzables. Nada de 5 kilos de golpe al principio, no te obsesiones. Perder de 0,5 a un kilo por semana es un buen comienzo.

Busca a alguien que quiera perder peso contigo: Con una o varias personas que compartan tu objetivo de adelgazar todo se hará más fácil porque hay un apoyo importante entre unos y otros.

Controla los cambios de peso: no se trata de pesarse todos los días. El control de peso o de cambios en nuestro cuerpo lo podemos hacer una vez a la semana o cada dos semanas.

Revisa tu frigorífico y despensa: Una alimentación sana y equilibrada comienza por tener buenos alimentos en casa. Haz una limpieza de esos alimentos más calóricos y prescindibles.

Cambia tu forma de hacer la compra: Analiza qué alimentos comprar y dónde hacerlo. Tu lista de la compra debe estar llena de frutas, verduras y hortalizas.

Aprende a cocinar saludable: una vez que ya tenemos buenos alimentos en casa, solo nos queda aprender a cocinarlos. No hace falta que seamos unos grandes chefs, con aprender algunas técnicas de cocinado light podemos hacer muchos platos.

Comienza un diario de alimentación: no es mala idea apuntar lo que vas comiendo. Esto te ayudará a analizar tu alimentación y detectar errores, además de planificar una dieta más saludable.

Comer muy poco no es la solución: pasar del extremo de comer mucho a comer muy poco es un error muy frecuente. Tu cuerpo necesita algo de restricción calórica, pero no que lo mates de hambre de la noche a la mañana. La bajada de calorías y reducción en la ingesta debe ser progresiva, poco a poco.

Fuente: Vitonica.com