Un color puede aparecer en todos los contextos posibles, en el arte, vestido, los artículos de consumo, la decoración de una estancia, un alimento, y despertar sentimientos positivos y negativos, afirma Eva Heller, autora del libro Psicología del Color.

Los colores son capaces de generan diferentes reacciones, las cuales dependen en buena forma de la percepción, la carga cultural, el contexto y el impacto psicológico de cada uno. No podemos valorar de igual manera el negro azabache en un suéter, que en un auto o en el uniforme de un niño en edad pre escolar, por lo que influyen de diferente manera en nuestra calidad de vida.

Es un error pensar que el conocimiento sobre el color es exclusivamente materia de diseñadores gráficos o de modas; es un tema que puede ser aprovechado por todos desde para elegir correctamente la vestimenta, generar adecuados ambientes de trabajo, herramientas para nuestra profesión, hasta para hacer lucir los espacios del hogar.

Por ejemplo, el azul, es inspiración de algunas melodías que hacen referencia a la nostalgia y tristeza, posee varios seguidores y quizá tenga esta preferencia debido a los sentimientos que a él asociamos como son amistad, confianza y simpatía.

Otro color de los que cuenta con muchos simpatizantes es el verde: “Es más que un color, es la quinta esencia de la naturaleza; una ideología, un estilo de vida: es conciencia ambiental, amor a la naturaleza y al mismo tiempo, rechazo a una sociedad dominada por la tecnología”, explica Eva Heller.

Fuente: Salud 180