Muchas personas suelen dejar las tareas menos importantes para terminarlas después, sin embargo, existen otras causas de por qué postergamos las cosas.

Postergar las cosas puede ser un síntoma de depresión, por lo que es importante descartar esta teoría antes iniciar un tratamiento. Un forma de hacerlo es si está acompañado con alteraciones en el sueño o apetito.

Al hacer a un lado esta excepción de la depresión, la postergación de cosas puede tener dos causas: por organización o factores emocionales.

¡Realiza una introspección!

Cuando se trata de un problema de organización, se debe enfocar la atención a ese tipo de cosas que está costando trabajo realizar. Una forma de lograrlo es realizar un plan de acción, para dividir una tarea general en pasos más pequeños para llegar a la meta.

A nivel emocional se debe hacer una introspección para descubrir lo que está impidiendo que lleguemos a nuestra meta, como algún cambio, desprendernos de algunas cosas, es decir, aquellas situaciones que nos genera miedo o nos impide alcanzar un nivel de inspiración.

¡Supéralo y termina satisfactoriamente tus tareas!

Una forma para reducir la postergación de las cosas es realizar una división arbitraria de dejar a un lado las razones prácticas de las emocionales y analizar el resultado de lo que va a pasar después de terminar la tarea.

Además, puedes conversar con alguien cuyo objetivo obtener un punto de vista diferente sobre la situación, si no se trata de un impacto en la organización, entonces se debe analizar lo emocional.

Para ello, debemos ser sinceros con nosotros mismos para obtener la respuesta correcta y la solución que resolverá el conflicto.

Fuente: Salud180.com