Compraste una máquina trotadora, o aun mejor, decidiste salir a correr temprano por las calles. Ya llevas más de un mes en una rutina agotadora que te hace sudar excesivamente, pero no ves resultados, o sea, no bajas de peso. ¿A qué se debe?

Cuando transpiras, tu cuerpo elimina líquidos, no grasas. ¿Sorprendido(a)? Entonces, ¿si sudo mucho no estoy desechando de mi cuerpo la hamburguesa con papas fritas que me comí ayer? Claro que no. Según estudios, sudar excesivamente tras una jornada maratónica corriendo, es casi lo mismo que transpirar sentado viendo tu programa favorito en un día caluroso.

Sudar no adelgaza. No pongas en riesgo tu salud intentado sudar demasiado, no sudamos grasas, sudamos líquidos. Es recomendable, luego de realizar ejercicios, hidratarte con mucha agua hasta que te sientas restablecido. Mejor, ¡cuida tu alimentación!

ADIÓS FAJAS

Las fajas sirven solo para sudar, no queman la grasa. Al contrario, si las usas harás que te aparezca celulitis, por su tremenda presión, la que dificulta la circulación. Además, causan irritación en la piel.

Mientras más cómodo y fresco estés al hacer ejercicios, rendirás más y tu cuerpo sufrirá menos.

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