1. Aprende a decir “sí me duele”. No tienes que aparentar ser fuerte todo el tiempo; la fortaleza radica en saber reconocer nuestros sentimientos; perder algo preciado duele, ya sea un amigo, trabajo, hogar o matrimonio. Reprimir tus emociones es contraproducente; acaba con tu energía y te hace sentir tensa y deprimida, al mismo tiempo que afecta tu capacidad de sanar.

Para sobreponerte más rápido permítete

1. Expresar tus emociones. Por ejemplo, cuando estoy enojada libero esa emoción, no permito que dañe mi mente o mi cuerpo. Experimenta esa sensación de liberación, si es necesario, grita.

2. Confiar en alguien. No es requisito que le cuentes a todo el mundo lo que te pasa. Tú sabes perfectamente en quién confiar y a quién le interesa tu bienestar, así que habla con esa persona.

3. Escribir un diario o blog. Reconocer tu dolor o miedo reduce la probabilidad de enfermarte o caer en depresión. Plasma por escrito tus sentimientos para liberarte.

Termina con la culpa

1. ¿Qué hice para merecer esto; cómo pudo pasarme a mí? La forma en que respondas influye directamente en la manera de salir de esta situación en tiempo y forma. Es normal que culpes a los demás para que “paguen tu dolor”, pero debes tener cuidado de no terminar con un cúmulo de rencores. Sólo tú eres responsable de tus actos.

2. Perdona y deja ir los resentimientos. Sé honesta y admite cuándo no apruebas las acciones de la otra persona.

3. No te sientas como tapete. Perdona, pero toma medidas para evitar que esa persona se aproveche de ti en un futuro.

4. Decide. ¿Te sirve de algo estar enojada? Al final del día, la única que tiene ese sentimiento eres tú, a nadie más le afecta.

Motívate

1.Busca motivaciones. Cuántas veces no dejamos para después mil y un planes que queremos realizar, por falta de tiempo o por darle prioridad a otros proyectos o tareas. ¡Decídete!, hoy es el momento de hacerlo, así que párate e inscríbete a esa clase de yoga, kick boxing o cualquier otra cosa que siempre has deseado.

Fuente: Salud 180