Muchos pensarán que a la hora de mochilear solo es cuestión de momentos divertidos y grandes aventuras, pero también significa aprender grandes lecciones de vida. Cada anécdota te da una enseñanza que te hará crecer como persona.
El portal Stay at Base hizo una lista de lecciones de vida que toda persona aprende cuando “mochilea”. Aquí te las mencionamos:
1. Decir adiós a las cosas materiales
Todos lo hemos hecho alguna vez: empacado más de la cuenta para nuestra primera aventura mochilera. Sin embargo, a medida que vamos coleccionando más y más estampillas en nuestro pasaporte, parece que nuestro equipaje se hace más y más pequeño. Pronto nos damos cuenta de que la verdadera belleza de viajar está en los lugares que vemos y en las personas que conocemos, sin importar la ropa que vestimos o los costosos artículos que utilizábamos para documentar cada parte de nuestro viaje.
2. Ser más tolerante con los demás
Nos obliga a abrirnos a viajeros de todas partes del mundo y aprendemos a apreciar nuevas costumbres, culturas e idiomas. Nos vemos forzados a sonreírle al individuo de ropa extraña con el que debemos compartir la habitación. Pronto nos damos cuenta de que “lo normal” es muy aburrido.
3. No dejar que el miedo sea un obstáculo
Ya sea salir de tu zona de confort, tomar un avión a un lugar donde hablan un idioma que no conoces o saltar con un paracaídas, el miedo se vuelve un estilo de vida. De hecho, parece ser la emoción favorita de los mochileros experimentados, ya que es una prueba de que estamos realmente ¡VIVOS!
4. Estar solo sin sentirte solitario
Sí, viajar solo puede hacerte sentir solitario, pero los más experimentados han aprendido a aceptar que las cosas malas SIEMPRE son superadas por las buenas. Llegamos a una nueva ciudad y extrañamos a las personas que conocimos en nuestro destino anterior, pero lidiamos con eso. Nos ajustamos nuestros zapatos, ponemos una sonrisa en el rostro y le damos la bienvenida a lo desconocido.
5. La importancia de los tapones de oídos
En las habitaciones compartidas te librarás de ebrios ruidosos y parejas no pudorosas. También bloquearás el ruido de la música del club en el piso de abajo. Pronto te darás cuenta de que ningún bolso está completo sin tapones de oídos.
6. Apreciar las cosas pequeñas
La comida casera, un armario para colgar tu ropa, un gimnasio, lavar la ropa de forma barata, etc. Renunciamos a algunas comodidades por la alegría que nos entrega mochilear. Pero créenos: sabemos cómo aprovechar al máximo estas cosas que usualmente damos por sentado una vez que volvemos a casa.
7. Nunca robar
A todos nos han robado algo, como comida de la despensa del hostal, pasta de dientes y, en algunos casos extremos, incluso zapatos. No importa lo pequeño que sea, los mochileros entendemos que estamos todos juntos en lo mismo. Todos hemos tenido ese tipo de días: se nos pierde nuestra tarjeta del banco, estamos esperando una oferta laboral y ese último dólar que nos queda comprará los fideos instantáneos más deliciosos que hayamos probado ¡Pero todo se devuelve! Así que sabemos lo importante que es ayudar a los demás.
8. No ser tan escrupuloso
Aprendemos que no podemos regodearnos tanto. Sabemos que tenemos que sacarle el provecho máximo a nuestro dinero, y a veces, por malo que suene, hay cosas que simplemente tendrán que bastarnos.
9. Que los amigos verdaderos no se miden ni en distancia ni en tiempo
Nos vamos de nuestra casa. Perdemos algunos amigos. Hacemos amigos nuevos en nuestro recorrido. Sin embargo, quienes son realmente nuestros amigos nos comprenden y no necesitan que les cuentes constantemente qué estás haciendo. No necesitan que les asegures que siguen siendo amigos de forma constante. Nos dejan ser libres, de la misma forma que lo hacemos nosotros con ellos. Compartimos un amor y un apoyo que va más allá de los años y de las fronteras.
10. Aprender a crear tu propio camino
Todos hemos cometido el mismo error: hemos cambiado nuestros planes de viaje por algún amigo o lo hemos hecho por temor a perder a nuestros nuevos amigos. A medida que más nos acostumbramos a conocer personas nuevas y decirles adiós, más nos damos cuenta de la importancia de crear nuestro propio camino. Nos damos cuenta que a lo largo del camino conoceremos a otros viajeros. Disfrutamos viajar solos sabiendo que a la vuelta de la esquina nos espera un nuevo grupo de personas listas y dispuestas para compartir el nuevo capítulo de nuestro viaje.