Un estudio aplicado a 123 adultos mayores y de mediana edad en Estados Unidos, demostró que quienes practican yoga de manera habitual bajan de peso y mantienen estables sus niveles de azúcar en la sangre.

Señalan que los 60 participantes que tomaron clases de yoga lograron reducir su índice de Masa Corporal (IMC) de 25.9 a 25.4 (un valor entre 25 y 30 indica sobrepeso).

El equipo de investigadores también reveló que la práctica de esta disciplina milenaria provoca una reducción del estrés oxidativo en el grupo tratado con yoga:

“Este tipo de estrés genera el aumento de los niveles de radicales libres, que son derivados de la energía que utilizan las células, sin que el organismo pueda neutralizarlos. A largo plazo, favorece la aparición de enfermedades crónicas, pero con el yoga, esto se revierte”, aclaró el análisis.

Asimismo, la constancia de esta práctica disminuye el riesgo de desarrollar diabetes, pero en quienes ya la padecen, se minimizan las secuelas de esta enfermedad como la presencia de diversos problemas renales y cardiacos.