El estudio resalta que los pasajeros que viajan en los asientos traseros quedan particularmente expuestos sin importar que se abran las ventanas o se utilice el aire acondicionado.
Los niños son especialmente vulnerables ya que tienen un ritmo de respiración mayor a los adultos, un sistema inmunológico menos desarrollado y son en gran medida incapaces de evitar la exposición al humo de segunda mano, dijo el doctor Sean Semple, de la Universidad de Aberdeen.
En la muestra se midió la contaminación en los autos durante 85 recorridos, registrándose, en la mayoría de ellos, niveles tres veces más alto al límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
La Asociación Médica Británica dice que se debería prohibir fumar en los automóviles.
Fuente: BBC