Las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes tienen probadas condiciones de prevención si las personas deciden tener un estilo de vida que incluye la actividad física regularmente. Mahecha Matsudo, destacada deportólogoa, remarcó “No podemos seguir culpando a la genética, a los alimentos o a la modernidad, la vida sedentaria juega un rol fundamental en el desarrollo de estas enfermedades en nuestra sociedad y depende de nosotros cambiar ello”.
Este es un problema mundial, muy arraigado, que encuentra eco en la comunidad médica internacional desde hace pocos años. Para ser exactos, la OMS coloca a la inactividad física como condición de riesgo para diversas enfermedades desde hace 15 años. “En ese tiempo se situaba a la inactividad física en el noveno lugar de riesgo, la evolución de las ciencias médicas hoy en día, sitúa a la inactividad física en el segundo lugar de riesgo, causando más de 5 millones de muertes directas en el mundo”, sostuvo Sandra Mahecha.
Existe más gente sedentaria y que no hace ejercicio que fumadores en el mundo, lo que ha generado que los expertos en salud pública empiecen a señalar que esta condición es el nuevo problema, considerado de ALERTA MAXIMA para la salud de varios países.
La definición exacta de actividad física está centrada en el movimiento que da contracción muscular y que conlleva gasto energético, esta puede formar parte de diversas etapas de nuestra vida cotidiana. Esto no implica necesariamente acudir a un gimnasio o practicar un deporte; actividades como bailar y caminar, ayudan en el incremento de la actividad física.
Puntualiza Mahecha Matsudo “En el caso de personas con sobrepeso u obesidad la relación entre tiempo sedentario y riesgo de muerte es directamente proporcional. El sedentarismo mata más que la obesidad y cuesta más que la diabetes”.
Los resultados de estudios científicos, con muestras de más de 2000 personas, muestran que el sedentarismo disminuye drásticamente la posibilidad de desarrollar diversos tipos de cáncer (de estómago, de riñones, de mama, de páncreas, de colon) y está altamente comprobado que los niños que hacen actividad física son niños que tienen mejores aptitudes para la educación y la comprensión de sus materias.
La especialista recomendó hacer rutinas diarias de actividad física; por lo menos 3 sesiones de 10 minutos en diferentes momentos del día es mejor que hacer nada.
Finalmente la experta enfatizó en la relación que existe entre el ejercicio físico y la salud mental, ya que promueve la segregación de las sustancias que nutren a los neurotransmisores, logrando producir sustancias en el cerebro que generan nuevos vasos sanguíneos, mejorando la comunicación y la sinapsis (una unión “funcional” intercelular especializada entre neuronas o entre una neurona y una célula efectora “casi siempre glandular o muscular” en nuestras neuronas). Esto determina un 60 % de imposibilidad de generar enfermedades neurodegenerativas como el temido Alzheimer. Aun teniendo el gen que predispone a sufrir esta dolencia, pacientes que incluyeron rutinas de actividad física o ejercicio en su vida diaria no desarrollaron la enfermedad.