Vivir un estilo de vida sedentario tiene un impacto en la salud similar al consumo de tabaco y, de momento, las autoridades sanitarias no advierten como en las cajetillas de cigarrillos los riesgos de mantenerlo.

En los últimos años nuevas investigaciones están insistiendo en los riesgos de esta una nueva epidemia que es uno de los principales culpables de las tasas de obesidad, diabetes, hipertensión y alteraciones de las articulaciones.

Es por eso que el primer paso es considerar el sedentarismo como una patología más para poder prestarle atención.

En un artículo que se publica en la revista The Journal of Physiology, un fisiólogo Michael Joyner, señala que el sedentarismo también afecta a las personas delgadas. “Sus arterias pueden acumular colesterol, sus huesos se debilitan y los músculos se atrofian como los de las personas con sobrepeso”, explicó.

La solución para Joyner pasa por “medicalizar” la actividad física. “Así podríamos empezar una vía de acción, justo como ha ocurrido en las adicciones, al tabaco y otras cosas, para dar a los pacientes tratamientos enfocados a modificar sus hábitos, como se hizo en el tabaquismo o en el alcoholismo”, explica en la revista médica.

Fuente: Abc.es