Este mayor riesgo podría resultar en miles de muertes adicionales entre los pacientes de ataque cardiaco en EE. UU. cada año, según un reciente estudio.

Científicos analizaron 48 estudios que incluyeron a un total de casi 1.9 millones de pacientes para evaluar cómo llegar al hospital de noche y los fines de semana afectaba las probabilidades de morir de los pacientes de ataque cardiaco. Los estudios se hicieron en Canadá, Europa y EE. UU.

Así concluyeron que los pacientes de ataque cardiaco que llegaban al hospital fuera del horario regular tenían un riesgo de muerte un 5 por ciento más elevado tanto mientras estaban en el hospital como en los 30 días posteriores al alta, en comparación con los que llegaban en el horario regular. Esto condujo a 6,000 muertes adicionales cada año tan solo en Estados Unidos.

El equipo de la Clínica Mayo también calculó que para los pacientes que sufrían de un tipo de ataque cardiaco conocido como “infarto agudo del miocardio con elevación del segmento ST” (IMEST) y que llegaban al hospital fuera del horario regular, un retraso de casi 15 minutos entre la llegada y el someterse a una angioplastia con balón para abrir una arteria coronaria bloqueada podía aumentar el riesgo de muerte en hasta un 10 a un 15 por ciento.

Aunque la revisión halló una asociación entre llegar al hospital fuera del horario regular y un mayor riesgo de muerte en los pacientes de ataque cardiaco, no estableció causalidad, según informó Health Day.

Los pacientes que llegan fuera del horario regular “experimentan retrasos en la atención de urgencia y unos peores resultados, y la brecha parece aumentar con el tiempo”, escribieron unos médicos de la Universidad de Toronto en un editorial acompañante.