Científicos estudiaron el impacto de la cafeína sobre la memoria y excluyeron los otros tipos de influencias que tiene sobre el cerebro.

El estudio mostró que la cafeína aumenta ciertos recuerdos durante hasta 24 horas después de haberla consumido.

“El hallazgo de que la cafeína tiene un efecto sobre este proceso en los seres humanos (el proceso de hacer los recuerdos más permanentes y menos susceptibles de ser olvidados) fue una de las grandes novedades”, comentó el autor del estudio Michael Yassa, profesor asistente de neurobiología y conducta en la Universidad de California.

En la investigación se incluyeron a más de 100 participantes que eran “inexpertos en cafeína”, es decir, no eran consumidores muy habituales de café, té ni refrescos de cola, según explicó el investigador para Health Day.

“Escogimos personas que tomaban menos de 500 miligramos de cafeína a la semana”, señaló. “La mayoría no tomaban café. La mayoría tomaban un refresco una o dos veces a la semana”.

El contenido de cafeína en el café cambia en gran medida. La mayoría de las tazas de tamaño promedio contienen aproximadamente 160 miligramos (mg), comentó Yassa. Pero una taza de 16 onzas de café de Starbucks contiene 300 mg de cafeína, según el Centro de la Ciencia en el Interés Público (Center for Science in the Public Interest).

Sorprendentemente, se necesitó una dosis de al menos 200 mg de cafeína para conseguir la consolidación de la memoria, indicaron los investigadores.

Los investigadores pidieron a los participantes que observaran cientos de imágenes comunes y cotidianas en la pantalla de una computadora: zapatos, silla, un patito de goma, etc.

Cinco minutos después de que los participantes observaron las imágenes, a la mitad se les dio 200 miligramos de cafeína y a la otra mitad un placebo. Regresaron 24 horas después, una vez que había expulsado la cafeína de su sistema, y observaron más imágenes de objetos. Se les pidió que calificaran las imágenes como viejas, nuevas o parecidas a las imágenes originales que habían visto.

Las personas que habían tomado cafeína lo hicieron mejor a la hora de distinguir las imágenes parecidas a las originales, y las que habían tomado el placebo eran más propensas a identificar de forma incorrecta las imágenes parecidas con las imágenes viejas, indicaron los investigadores.