“El tomate contiene abundante fibra, la que ayuda a que el licopeno se fije en los tejidos de la próstata, previniendo así el desarrollo y/o aparición de células malignas o cancerígenas”, explicó el especialista.

En este contexto, recomendó consumir tomate y vegetales en la dieta diaria y evitar la ingesta de carnes rojas y de sustancias irritantes, como el ají y las bebidas alcohólicas.

Respecto del cáncer de próstata, Benavides Vildoso indicó, basado en estadísticas, que esta neoplasia es la segunda en incidencia en varones en el Perú, luego del cáncer gástrico.

En esa línea, subrayó la necesidad de realizarse exámenes preventivos anuales para descartarlo, dado que los síntomas, como no poder orinar, tener la necesidad de miccionar frecuentemente u orinar con un flujo débil o que comienza y se detiene, se presentan cuando la enfermedad está en etapa avanzada.

“El crecimiento de la próstata va de acuerdo con la edad; por ello es recomendable realizarse el despistaje anual, que consiste en la consulta con el urólogo, el examen de tacto rectal, la prueba del Antígeno Prostático Específico y la ecografía vesico-prostática, que permite determinar si el paciente sufre este mal”, especificó.

En otro momento, el galeno destacó el comportamiento de los asegurados mayores de 40 años en los últimos años, pues suelen acudir al consultorio para realizarse el examen respectivo.

Es preciso indicar que la próstata es una glándula interna del sistema reproductor masculino encargada de producir el fluido seminal. Este fluido es parte del semen y ayuda a llevar a los espermatozoides fuera del cuerpo del hombre.

La próstata normal tiene el tamaño de una nuez, pero puede aumentar de tamaño por razones benignas y malignas. Cuando la próstata aumenta de tamaño ejerce presión sobre la uretra causando, entre otras cosas, problemas al orinar.