Para Patricia León, ginecóloga de Oncogyn, la debilidad en los músculos de la vagina, y del soporte pélvico, puede ocasionar un prolapso genital severo, caracterizado por la salida de ciertos órganos ginecológicos.

“Esto ocurre cuando hay partos vaginales, aumento de la presión intraadominal, estreñimiento crónico, obesidad, o síndrome herniario, y por lo general por baja cantidad de estrógenos (hipoestrogenismo)”, refirió.

Existen varios tipos de prolapso entre los que se distingue el prolapso de vejiga, rectal, intestinal, uretra, útero, entre otros. “Si queremos medir el prolapso, esta se encuentra en el rango de 1 al 4”, anotó.

Cuando no aparece a través de la vagina, órganos como la uretra, vejiga, recto, están en el grado 1; en el caso del grado 2, es la salida del útero hacia el límite de la vulva; el grado 3 se caracteriza por la salida del límite de lo que es la vulva y la vagina, y finalmente la salida total del órgano está en un grado 4 de prolapso.

Según la especialista el tratamiento del prolapso puede ser sencillo, si es leve (grado 1 y 2) pueden hacer ejercicios para reforzar las paredes vaginales. Si es moderado a severo (3 o 4), entonces la alternativa será la cirugía.

Si tenemos prolapso severo, su corrección dependerá de ciertos factores, “en este caso si ya se hizo la operación y está en el grado 3 o 4 tiene que confiar en la calidad y experiencia del cirujano para que pueda ofrecerle las mejores técnicas a la paciente”.

Una de ellas es por vía abdominal con una operación llamada colposuspensión, otra es por la vía vaginal, donde vamos a reforzar la pared anterior de la vagina por intermedio de una malla que le servirá de soporte; este tipo de intervenciones se practica hace años como método de mayor eficacia contra el prolapso genital severo.