El Centro Español de Información del Cobre (CEDIC), junto con la Asociación Catalana de Fibrosis Quística, han llevado a cabo una nueva iniciativa por la que la Unidad de Fibrosis Quística del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona ha incorporado objetos cuya superficie de contacto es de cobre para evitar las infecciones intrahospitalarias.

La precursora del proyecto ha sido la Asociación Catalana de Fibrosis Quística. Los pacientes de fibrosis quística padecen un riesgo especialmente alto de contraer infecciones, especialmente en las vías respiratorias, las cuales pueden llegar a causar la muerte. Por ello, el Área de Fibrosis Quística era una de las unidades más adecuadas para la instalación de superficies de cobre.

El cobre actúa a través del contacto, por lo que es un material idóneo para fabricar objetos que son tocados con frecuencia, como manijas de puerta, mesas o grifos, en lugares con alto tránsito de personas, como transporte público, escuelas y, especialmente, entornos sanitarios en los que abundan bacterias y virus.

Numerosos ensayos clínicos realizados en Reino Unido o Estados Unidos han demostrado que el cobre elimina los microorganismos al 99% en un corto periodo de tiempo. Por otra parte, el cobre combate directamente el problema de las infecciones nosocomiales, aquellas que se adquieren directamente en entornos sanitarios.

Según Diego García Carvajal, director de CEDIC, el cobre antimicrobiano es una medida complementaria a las rutinas habituales de prevención, reduciendo la contaminación de las superficies entre limpiezas mientras otros materiales van acumulando patógenos hasta que se vuelven a limpiar.