El Centro Internacional de Investigación contra el Cáncer (CIRC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), determinó el peligro que ocasionan los campos electromagnéticos de radiofrecuencia.

La OMS tiene varias categorías en lo relativo al cáncer: “cancerígeno”, “no cancerígeno” “posiblemente” cancerígeno y posiblemente no cancerígeno. El tabaco y el asbesto entran en la categoría cancerígenos.

“Las pruebas, que continúan acumulándose, son muy fuertes para justificar una clasificación a nivel 2b” (productos “tal vez cancerígenos para el ser humano”), consideró Jonathan Samet, presidente del grupo de trabajo que reunió a especialistas de 14 países en Lyon, Francia, para analizar el tema.

Si bien el anuncio no es concluyente, marca un antes y un después en la materia. Esta clasificación significa que “puede haber riesgo, y que por lo tanto debemos vigilar de cerca la relación entre los teléfonos móviles y el riesgo de cáncer”, agregó.

El experto explicó, según la web InfoBae.com, que “el grupo de trabajo basó esta clasificación en estudios epidemiológicos que muestran un riesgo creciente de glioma, tipo de cáncer del cerebro relacionado con el uso de teléfono inalámbrico”.