Los niños españoles tienen un problema de peso. El 19,1% de los menores de seis a nueve años padece obesidad y el 26,1% sobrepeso. Las cifras, que muestran que el 45,2% de los menores se pasan de kilos, son alarmantes y apenas han variado en los últimos 10 años.

El poco tiempo dedicado a las actividades deportivas, unido a que los menores dedican gran parte de su ocio a ver la televisión o jugar a la consola no ayudan en absoluto. Además, paradójicamente, los niños que comen en el colegio presentan índices de exceso de peso menores que aquellos que se van a casa.

Todo ello se desprende del estudio Aladino, una radiografía tomada durante el curso 2010-2011, en el que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (dependiente del Ministerio de Sanidad) ha analizado la información de 8.000 menores, revela también que el sobrepeso y fundamentalmente la obesidad afectan más a niños que a niñas.

Uno de los elementos más curiosos es el hecho de que los niños que comen en casa tiene más sobrepeso que aquellos que lo hacen en el colegio el 43% de los que se quedan al comedor tienen este problema frente al 47,6% de los que van a casa.

Casanueva cree que la razón obedece a que en la escuela los niños se mueven más y tienen menos presión para dejar el plato limpio. “En casa se les pone demasiada comida. Probablemente la misma que se ponen los padres”, dice.

Esto y que los menús empiezan a estar más controlados, y diseñados para cubrir las necesidades y no repetir alimentos. “Los comedores escolares están haciendo un buen trabajo. Ahora queda hacerlo también en casa”, remachó Pajín.