El es una fruta comestible, redondeado y de color amarilla o púrpura, que gracias a su pulpa ayuda a ocasionar la muerte de las células que producen y evitan su multiplicación. Asimismo, su extracto acuoso y sobre todo, el etanólico, promueven la erradicación de las células malignas hasta en un 60% en un periodo inicial de la enfermedad, así lo afirma Valentina Ramírez Maldonado, de Ciencias-Biotecnología de la Universidad Nacional de Colombia.

“Otras investigaciones ya habían probado el efecto anticancerígeno de la pulpa del maracuyá para otros tipos de cáncer, como el Carcinoma de Walker, y en células de leucemia linfocítica aguda. Pero esto no se había hecho antes para las células del cáncer de colon”, indica la investigadora.

Es así que a partir de estos estudios, los científicos han demostrado que, en sus mayoría, su extracto induce a la necrosis, mecanismo degenerativo de las células dañinas.