En el estudio los autores comprobaron que la longitud de los telómeros (extremos de los cromosomas), un indicador para medir el envejecimiento celular, está asociada a la tendencia a dejar a la mente vagar hacia pensamientos sobre el pasado y el futuro.

La investigación revela que las personas que más divagan tienen los telómeros más cortos, lo que supone que el envejecimiento se acelera.

Por otro lado, quienes tienen más capacidad de estar presentes y prestan más atención a la actividad que están realizando en cada momento tienen los telómeros más largos, y con ello también más esperanza de vida.

En la revista Clinical Psychological Science, se profundiza que los telómeros son los fragmentos de ADN que protegen el final de los cromosomas en los que se empaqueta el material genético, impidiendo que se deterioren.

Los telómeros se acortan con la edad, y lo hacen más rápido si nos exponemos a estresores psicológicos o fisiológicos.

El llamado es a concertarse en el presente, más que darle muchas vueltas al pasado.

Fuente: 24horas.cl