La investigación, que será presentada en la conferencia anual de la Academia Estadounidense de Neurología en San Diego incluyó a más de 260.000 personas de entre 50 y 71 años.

Y aunque se encontró una asociación entre depresión y consumo de bebidas dietéticas, el estudio no analizó si existe una correlación directa entre causa y efecto.

Para el estudio, el doctor Honglei Chen y su equipo de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, evaluaron qué bebidas y con qué frecuencia habían consumido los participantes entre 1995 y 1996.

Las bebidas incluían refrescos gaseosos tanto estándar como con edulcorantes, té, café y jugos de fruta estándar y dietéticos.

Diez años después se hizo un seguimiento para analizar si los participantes habían sido diagnosticados con depresión. 11.300 informaron haber recibido ese diagnóstico.

Cuando se compararon los datos del consumo de bebidas con el riesgo de depresión, se encontró que quienes habían bebido más de cuatro vasos o latas de refresco gaseoso al día, mostraban 30% más probabilidad de haber sido diagnosticados con depresión que aquéllos que no los consumían.

Los que solían tomar cuatro vasos o latas de jugo de fruta al día, tanto estándar como dietético, tuvieron 38% más probabilidad de desarrollar depresión que quienes no las bebían.

Y, por otra parte, los individuos que tomaban cuatro tazas de café al día *mostraron 10% menos probabilidad de tener un diagnóstico de depresión que aquéllos que no tomaban café.

“Nuestro estudio sugiere que reducir o evitar el consumo de bebidas con edulcorantes y reemplazarlas por café sin azúcar puede reducir de forma natural el riesgo de depresión”

El mayor riesgo de depresión, dicen los investigadores, se encontró entre aquéllos que tomaban con frecuencia refresco de dieta, jugo de fruta dietético y té helado dietético.

Pero agrega que es necesario realizar más estudios para explorar el hallazgo.

Fuente: BBC