En la investigación se encontró que las mujeres cuyas madres fumaban durante el embarazo estaban en mayor riesgo de una dependencia de la nicotina en algún momento de su vida.

Científicos analizaron datos de 649 mujeres y 437 hombres a quienes se dio seguimiento durante 40 años, y que eran hijos de madres cuyos niveles de hormonas y estatus de tabaquismo se registraron durante el embarazo.

Resultados determinaron que la exposición a niveles elevados de la hormona del estrés, el cortisol, en el útero y que la madre fumara en el embarazo se vinculaban con una mayor probabilidad de que las hijas, pero no los hijos, estuvieran en un mayor riesgo de dependencia de la nicotina en la adultez, informó Health Day.

“Nuestros hallazgos resaltan la vulnerabilidad particular de las hijas a los efectos adversos a largo plazo del estrés y el tabaquismo maternos durante el embarazo”, señaló la doctora autora del estudio Laura Stroud.

Las hijas serían más propensas a transmitir un riesgo similar de dependencia a la nicotina a sus propias hijas, creando un ciclo que pasa de una generación a la otra, según determinó el estudio.