¿Sabías que muchas decisiones que tomas para mejorar tu salud, pueden hacerte daño a largo plazo? Y es que algunas costumbres consideradas “saludables” por la sociedad, resulta que no lo son.

1. Usar jabón desinfectante para manos, compulsivamente

Si usas jabón gel desinfectante cada vez que tienes contacto con el mundo exterior, es mejor que dejes de hacerlo. Si estás en un lugar propenso a los gérmenes como un hospital, desinfectar las manos es muy bueno, sin embargo, hay que asegurarse que el alcohol gel que utilizas no tenga triclosán, pues este compuesto puede promover las bacterias y la resistencia de los virus a los antibióticos.

2. Experimentar con productos para la piel

Muchos han sentido la tentación de comprar cremas para la piel que prometen dejarnos el rostro tan terso como porcelana. Pero cambiar de producto cada unas cuantas semanas no es tan beneficioso, ya que puede generar rosácea (condición que provoca enrojecimiento de la piel e inflamación).

3. Usar ojotas “hawaianas”

Renunciar a los tacos altos y las botas de punta para usar unas “hawaianas”, da a tus pies una sensación de descanso y libertad. Sin embargo, según Jordana Szpiro, podóloga de Boston, este calzado “no da sostén estructural a los pies, por lo que puede aumentar el riesgo de fracturas. “La tendinitis es también es un problema común como resultado del uso de éstas”, indicó.

4. Cepillarse los dientes inmediatamente después de cada comida

Según Greg Diamond, periodoncista en Nueva York, la comida genera ácido en los dientes, lo cual puede debilitar el esmalte, y el cepillado durante ese estado de “debilidad” puede terminar perjudicando nuestra dentadura. Para desalojar las partículas de comida que quedan después de comer, se recomienda simplemente enjuagar la boca con agua y esperar un rato para el cepillado.

5. Limpiar con productos desinfectantes

“Estos productos no han demostrado ser más eficaces que los productos de limpieza regulares, además hay evidencia de que algunos químicos usados contienen amonio cuaternario, que puede producir asma”, dijo Rebecca Sutton, doctora y científica del Grupo de Trabajo Ambiental, en Estados Unidos.

Asimismo, otros productos que contienen 2-butoxietanol, son considerados por la Agencia de Protección Ambiental como un carcinógeno humano, que puede alterar las hormonas.