Con esta información descubrieron a un miembro del personal de un hospital de Cambridge, Inglaterra, que sin saberlo estaba contagiado y pudo haber propagado la infección.

Los investigadores dicen que es la primera vez que se utiliza una prueba genética rápida para rastrear y detener el brote de una enfermedad.

Un experto señala que el procedimiento podría convertirse en “práctica estándar” en los hospitales.

Los médicos del hospital estaban preocupados después de que un análisis de rutina reveló meticilina en 12 bebés.

Pero las pruebas disponibles actualmente no pueden mostrar si en una unidad se está propagando un solo brote o si varios casos separados han llegado al hospital.

Una de cada 100 personas tienen meticilina en la piel sin desarrollar ningún problema de salud.

Fuente: BBC