El frío empieza a imponerse, los rayos solares cada vez son más esporádicos y es también muy común que las salas de espera en hospitales y clínicas infantiles empiecen a cobijar con mayor afluencia a los más pequeños del hogar.

Precisamente, con los cambios de temperatura ellos son los más propensos a caer enfermos, pues juegan despreocupados y no están pendientes de las condiciones del día, mucho menos de los cuidados que deben tener. “Esto puede hacer que las defensas de las vías respiratorias disminuya su efectividad para eliminar virus, bacterias entre otros microbios y por consiguiente enfermarse rápidamente”, sostiene el neumólogo pediatra, Javier Jugo Rebaza del Centro Pediátrico Sunrise.

Asimismo, el especialista explica que las infecciones respiratorias de las vías aéreas superiores son las consultas más frecuentes en estos meses del año. Los resfríos, las faringitis y la tos son las molestias más usuales con las que llegan los padres. La mayoría de veces estos males son ocasionados por virus respiratorios; pero además, los diagnósticos más serios son cuando la fiebre es el síntoma más importante de estas molestias y sobre todo cuando es muy alta (más de 38°C) que suele corresponder a una infección que requiere tratamiento antibiótico.

Según el neumólogo pediatra, la mayoría de afecciones respiratorias suele durar entre 7 a 10 días. Pero, cuando el niño padece de alergias, rinitis o asma, pueden durar más tiempo a pesar del tratamiento específico. Incluso se pueden complicar y desarrollar síntomas mucho más severos que requieran atención por emergencia e incluso hospitalización de ser necesario.

Plan de cuidados

El neumólogo detalla una lista de cuidados para mantener a los niños lejos de las enfermedades más comunes del invierno:

- No exponer de manera brusca ni excesivamente al frio a los pequeños, en especial en horas de la noche. Además los padres deben de mantener un buen horario para que descansen.

- Abrigar sin llegar al exceso de arropamiento, porque puede ocasionar más sudor en un niño inquieto y al enfriarse el sudor en su cuerpo puede conllevar a un mayor enfriamiento del pequeño.

- Evitar que esté cerca de personas resfriadas que tosen o estornudan sin los cuidados mínimos, como cubrirse el rostro con un papel descartable o simplemente el brazo, para impedir el contagio.

- No beber ni consumir cosas heladas en exceso. Agregar en su dieta diaria frutas frescas a la hora de los alimentos. Recuerde que una buena alimentación (completa y balanceada) es la base de un buen funcionamiento del sistema inmunológico.

- Incentivarlos a realizar actividad física, siempre y cuando sea en horarios y lugares adecuados.

- Es importante mantener la higiene en los niños, lavarle frecuentemente las manos si se está en lugares públicos.

- A la hora de bañarse, debe efectuarse con agua a una buena temperatura y no demorarse (evitar remojarse en la tina) porque el agua se enfría muy rápidamente y puede provocar empeoramiento de los síntomas del resfrío si lo está.

- Las vacunas son muy importantes para prevenir infecciones de enfermedades específicas. Lamentablemente el plan nacional de vacunación no cubren a todas las enfermedades pero si a las más severas, como: neumonía, meningitis sarampión y rubeola entre otros.

- Consultar por las vacunas estacionales o las disponibles según la región en donde se vive.

- Visitar regularmente al médico o acudir a consulta cuando la fiebre sea alta y el pequeño no responde adecuadamente a los medicamentos iniciales.

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