El placer de dormir y entrar en ese momento de ensoñación viene muy bien para nuestra salud emocional. Así lo aseguran por lo menos varios investigadores de la Universidad californiana de Berkeley, en Estados Unidos.

Según los expertos,“cuando entramos en la fase REM del sueño también entramos en una especie de terapia, un bálsamo que elimina, o por lo menos va atenuando, los recuerdos dolorosos del día anterior”.

Cuando nos disponemos a dormir, el sueño pasa por una serie de etapas. Así, vamos desde el sueño no REM, que engloba desde el sueño ligero hasta cuando estamos profundamente dormidos y nuestras ondas cerebrales son más lentas; pero también el sueño REM, siglas que significan ’Rapid Eye Movement’.

En esta etapa, nuestra actividad cerebral es semejante a las de la vigilia, los ojos se mueven rápidamente bajo los párpados, soñamos y captamos gran cantidad de información de nuestro entorno, y todo ello a pesar de que es el momento en que estamos más relajados.

Pero hay una característica más del sueño REM según estos autores. Es en esta fase donde la química que genera el estrés de las experiencias emocionales del día, sobre todo las malas, se va apagando mientras que el cerebro las procesa, por lo que los problemas se atenúan y su fuerza emocional se suaviza.

Fuente: Mundo.es