La diabetes, al ser una enfermedad crónico-degenerativa, afecta diversos aspectos de la vida de quien la padece, entre los que se encuentra la sexualidad.

Un grado 3 de firmeza de erección en hombres menores de 40 años puede indicar la presencia de diabetes.

El riesgo radica en que este tipo de pacientes no le toma mucha importancia y no asiste al doctor; sin embargo, conforme la diabetes se desarrolla sin un control adecuado de niveles de glucosa en sangre, la firmeza de la erección se reduce cada vez más hasta alcanzar el grado uno, que corresponde a un caso grave de disfunción eréctil.

La relación entre la diabetes y la disfunción eréctil radica en el daño causado a las arterias por el exceso de glucosa en la sangre. Las arterias del pene al ser muy pequeñas en comparación con otras que conforman al sistema vascular, se encuentran entre las primeras en presentar daños que evitan que llenen de sangre los cuerpos cavernosos del pene produciendo la falta de firmeza de erección.

De esta manera, se prevé que para el 2025 habrá 322 millones de varones con disfunción eréctil en todo el mundo.

Un tratamiento eficaz de la disfunción eréctil en varones con diabetes debe incluir: El control adecuado de los niveles de glucosa en la sangre, modificación del estilo de vida (dieta y ejercicio), dejar de fumar, uso apropiado de los medicamentos orales y la insulina.

Fuente: Salud180