Los episodios depresivos y los trastornos de ansiedad generalizada son los problemas de salud mental más comunes entre las personas internas en las cárceles, según revela un informe elaborado por la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud y la Dirección Regional de Lima del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) en penales de la capital.

Otros problemas que se presentan entre la población penitenciaria, aunque con menor incidencia, son los trastornos depresivos recurrentes (9,2%), trastornos sicóticos (4,7%), fobia social (4,3%) trastornos de pánico (3.4%).

El estudio señala que la dependencia del alcohol y los trastornos de estrés postraumático también representan problemas con prevalencia del 17,1% y 13% de los casos, respectivamente.

El director de Salud Mental del Minsa, Carlos Bromley Coloma, anotó que si bien para cualquier ser humano estar recluido en una prisión es un evento catastrófico, no todos reaccionan de la misma manera y el problema de salud mental es mayor cuando se trata de personas que tenían la depresión como enfermedad de fondo y que la desarrollan como consecuencia de haber perdido su libertad.

Depresión

En diálogo con la agencia Andina, el especialista precisó que la depresión como enfermedad no es lo mismo que las reacciones depresivas que una persona puede presentar ante un hecho de gran impacto emocional.

Detalló que para que una persona desarrolle la depresión debe haberla tenido de fondo y que esta haya desencadenado por una situación en especial como la desprotección personal, falta de soporte familiar, reclusión, aislamiento, corte abrupto de los vínculos con la sociedad.

Fuente: Agencia Andina