El beber alcohol en demasía nos hace mal. A largo plazo, aumenta el riesgo de desarrollar una larga lista de problemas de salud como cáncer de mama, cáncer oral, enfermedades del corazón, derrames cerebrales y cirrosis en el hígado, entre otras que perjudican tu salud.

Su consumo excesivo puede provocar la hipertensión arterial, miocardiopatía alcohólica, insuficiencia cardíaca congestiva y accidentes cerebrovasculares. Asimismo, los expertos en cáncer revelaron que por cada 10 gramos adicionales por día de alcohol, el riesgo de cáncer de mama se incrementa en aproximadamente 7.12% y cáncer de colon aumenta el riesgo en un 19%.

Un informe reciente de la revista Immunology señaló que el alcohol deteriora la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones virales. Y respecto a la fertilidad sugieren que incluso beber poco hace que las mujeres sean menos propensas a concebir, mientras que el consumo excesivo en los hombres puede reducir la calidad y la cantidad del esperma.

Por qué el alcohol tiene este efecto negativo en tantos aspectos de nuestra salud podría deberse a acetaldehído: La sustancia que se produce en el cuerpo cuando el alcohol se descompone.

“Las células cancerígenas no existen si no hay una alteración en el ADN. Cuando bebemos, el acetaldehído corrompe el ADN de la vida y puede llevarnos por el camino del cáncer”, manifestó Nick Sheron, quién dirige la unidad hepática en el Hospital General Southampton, en Estados Unidos.