Una de los órganos de nuestro cuerpo que tiene gran atención nuestra es la piel. Si notamos algo fuera raro, como una ronchita o un color distinto, no dudamos en acudir al dermatólogo para descartar cualquier mal. Podemos pensar que tenemos un buen cuidado de nuestra piel, pero lo cierto es que no es así.

Pues, tenemos hábitos que pueden parecer inofensivos, pero en realidad puede tener grandes repercusiones en nuestra piel. Por ejemplo, lamerse los labios puede verse algo sexy y atrevido, pero lo único que lograrás es resecar y agrietar tus labios. Además, la saliva tiene bacterias que provocan erupciones alrededor de los labios.

Así como este hábito, aparentemente inofensivo, existen más conductas que solo deterioran o dañan nuestra piel. Si quieres lucir siempre una piel joven y reluciente, es mejor que tengas en cuenta estas manías que debes empezar a cambiar.